Las donatarias autorizadas en México recibieron, durante el 2020, el primer año de la pandemia del Covid-19, un total de 53,440 millones de pesos por concepto de donaciones, las cuales provienen principalmente de empresas, de acuerdo con el informe de Donatarias Autorizadas, realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Lo reportado por las más de 14,300 donatarias existentes en el país, y que fue donado por diversos contribuyentes, fue mayor en 7.5% a lo que se donó en el 2019.

Las donaciones a estas organizaciones, que deben cumplir con una serie de requisitos para ser autorizadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), pueden ser deducidas por los contribuyentes, es decir, ayuda a bajar el monto por el cual el causante tendrá que pagar impuestos y, en algunos casos, hasta puede generarle un saldo a favor.

De acuerdo con el análisis de la Secretaría de Hacienda, en el primer año de la pandemia, ocho de cada 10 pesos fueron deducidos por empresas, mientras que los dos pesos restantes por personas físicas. 

“De acuerdo a las estimaciones anuales correspondientes al 2020, del total de donativos efectivamente deducidos por los contribuyentes, 79.1% corresponde a donativos realizados por empresas, mientras que el restante 20.9% fue deducido por personas físicas”, destacó la Secretaría de Hacienda en su reporte.

Los datos de la dependencia también mostraron que la Ciudad de México –la entidad con mayor cantidad de donatarias autorizadas– concentra por sí sola 47% de las donaciones, tanto nacionales como extranjeras, un porcentaje bastante mayor en comparación con las demás entidades del país.

Le siguieron Sinaloa, con 11.8%; Nuevo León, con 9.3%; Estado de México, con 6.4%, y Jalisco, con 4.1 por ciento. En el otro extremo, Guerrero, Tlaxcala, Tabasco, Zacatecas y Campeche concentraron, en conjunto, apenas 0.4% de las donaciones.

Asistenciales acaparanseis de cada 10 pesos

La clasificación el SAT, por donatarias, se divide en 12 tipos: asistenciales; educativas; investigación científica; culturales; becantes; ecológicas; para la reproducción de especies en protección y en peligro de extinción; apoyo económico de otras donatarias autorizadas; obras o servicios públicos; propietarias de bibliotecas privadas con acceso al público en general; propietarias de museos privados con acceso al público en general; y desarrollo social.

De éstas, las donatarias tipo asistenciales son las que acapararon, en el 2020, 66% de las donaciones, respecto a 63% que reportaron en el 2019.

Las organizaciones que entran en esta categoría son aquellas que tienen por objeto apoyar a las personas, sectores y regiones de escasos recursos, a las comunidades indígenas, así como a los grupos vulnerables por edad, sexo o discapacidad.

Las organizaciones que fungen como apoyo económico de otras donatarias autorizadas concentraron 11.1% de los donativos, mientras que las educativas concentraron 8.9 por ciento. 

La limitante

Este año entró en vigor una modificación que fue muy criticada el año pasado, al limitar las deducciones que los contribuyentes pueden realizar por concepto de donativos, lo que varios consideran pondrá en riesgo la existencia de donatarias que ayudan a los sectores más vulnerables y marginados.

Roberto Colín, integrante de la Comisión Técnica Fiscal 2 del Colegio de Contadores Públicos de México, indicó que dicha modificación podría desincentivar a las personas físicas a donar, mientras que las empresas continúan con la deducción de hasta 7% de la utilidad obtenida en el ejercicio fiscal pasado.

“Creo que sí puede haber una baja en las donaciones que hacen las personas físicas. Desde el 2014 se han limitando las deducciones personales, como las de seguro de gastos médicos, servicios funerarios, entre otros, donde también han entrado los donativos”, recordó Juvenal Lobato, catedrático de la UNAM.

Añadió que actualmente, las donatarias autorizadas tienen diversos controles ya que son consideradas como actividades vulnerables al lavado de dinero, un tema en el que poco a poco se ha tenido avance en su combate en México. “Resulta cuestionable el actuar del gobierno, porque ya los tienes sumamente controlados”.

En su momento, la justificación de Raquel Buenrostro, jefa del SAT, de la limitación de estas deducciones fue evitar abusos, ya que se había detectado que siete personas, pertenecientes a una misma familia, donaban dinero a sus propias fundaciones para deducir el ISR.

Roberto Colín indicó que las donatarias tienen una serie de controles y obligaciones de transparencia para mantener la autorización del SAT, como lo son declaraciones anuales, informes sobre de dónde provienen los donativos, en qué se usan, y emitir CFDI, entre otros.


Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Belén Saldívar