El aumento salarial sólo benefició a 1.89 millones de trabajadores, pues de los 6.3 millones que presumió la Secretaría de Trabajo, sólo 30 por ciento estaba en la formalidad, así lo indicó Luis Gonzalo Botello Ortiz, especialista en derecho laboral del Tec de Monterrey.

“Sólo 30 por ciento de los 6.3 millones, que se estimaba se iban a beneficiar, están dados de alta en el seguro social, es decir, existe mucha informalidad en donde el patrón trata de evitar responsabilidades laborales y no registra a sus trabajadores”, detalló el Botello Ortiz.

El aumento al salario mínimo aprobado para este año fue de 22 por ciento y es el más alto en los últimos 34 años, a pesar de que la Iniciativa Privada estuvo de acuerdo con éste, muchos han optado por la informalidad para evadir los costos que éste implica.

El especialista detalló que el aumento sólo beneficia a los trabajadores que están dados de alta en nómina con salario mínimo, y aunque la mayoría de quienes perciben esa remuneración están en la informalidad, a estos nadie los revisa.

“Hay un aumento en la informalidad, los patrones prefieren no tener a sus trabajadores en el seguro social, no tener una contratación legal y mejor lo hacen por la informalidad”, lamentó.

Botello Ortiz comentó que si bien el aumento de facto benefició a quienes estaban en nómina y ganaban el mínimo, finalmente este parámetro es un referente para que los sindicatos y empresas otorguen aumentos a sus trabajadores.

“Esto se traduce en un asunto de justicia social, lograr que un aumento de salario mínimo en 22 por ciento trae consigo un reconocimiento a los trabajadores y se traduzca en un salario remunerador”, aseveró.

Fuente: EL HERALDO DE MÉXICO
Autor: LAURA QUINTERO