Es importante que autoridades e instituciones financieras permanezcan en máxima alerta en materia de ciberseguridad mientras continúe el conflicto geopolítico, aseveró el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero.
“El Consejo revisó el tema de seguridad cibernética en el contexto actual. Así, reiteró la importancia de que autoridades e instituciones financieras continúen con las acciones de prevención, seguimiento y rápida respuesta en materia de ciberseguridad, permaneciendo en máxima alerta mientras continúe el conflicto geopolítico”, de acuerdo con la actualización de su balance de riesgos.
El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, que celebró el martes 29 de marzo su cuadragésima séptima sesión ordinaria, actualizó su balance de riesgos y analizó los retos que enfrenta el sistema financiero mexicano ante la coyuntura actual, la cual combina menores presiones asociadas a la pandemia por COVID-19 pero retos emergentes asociados a la situación geopolítica entre Rusia y Ucrania.
Refirió que, en México, en línea con lo observado a nivel global, las variaciones en los precios de los activos en los mercados financieros reflejaron un ambiente de mayor incertidumbre, en tanto que, el mercado cambiario presentó cierta volatilidad y las tasas de interés registraron incrementos generalizados.
De ahí que, subrayó que “en este entorno persisten riesgos globales para la estabilidad financiera”.
Por un lado, explicó, está una mayor aversión al riesgo global derivado principalmente del conflicto geopolítico reciente y un mayor apretamiento de las condiciones financieras globales como resultado de mayores incrementos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas; y por otro, una desaceleración de la economía mundial y presiones inflacionarias más pronunciadas.
Apuntó que, en cuanto a los riesgos internos, si bien la actividad económica comienza a recuperarse del choque ocasionado por la pandemia por Covid-19, persiste el riesgo de una debilidad mayor en el consumo e inversión internos.
Así como potenciales afectaciones en las calificaciones crediticias soberana y de Pemex, si bien, precisó, esto último se ha mitigado ante medidas para mejorar la recaudación tributaria y los mayores precios del petróleo.
Destacó que el sistema financiero mexicano continúa mostrando resiliencia y, en el caso de los sectores bancario y asegurador, estos mantienen en general una posición sólida con niveles de capital y de liquidez por encima de los mínimos regulatorios.
Comentó que los principales riesgos a los que se enfrenta la banca múltiple en su conjunto, es que el crédito aún no ha recuperado su dinamismo en su totalidad, a pesar de que los niveles de capital y liquidez permitirían una expansión prudente del crédito bancario y coadyuvaría a fortalecer la recuperación de la economía.
En cuanto a los indicadores de riesgo de los otros intermediarios financieros no bancarios, señaló que estos se mantienen, en general, en niveles acotados, aunque aclaró que este sector tiene una participación pequeña dentro del sistema en su conjunto, por lo que no representa un riesgo potencialmente sistémico.
Así, refirió que estos s elementos, además de los resultados de pruebas de estrés para varios intermediarios, quedaron reflejados en el décimo segundo informe sobre el estado que guarda la estabilidad financiera del país, el cual fue aprobado por el Consejo en esta fecha y será publicado próximamente.
El Consejo también analizó la evolución de las posiciones del sector externo en los principales activos mexicanos y dio seguimiento a diversos riesgos que continúan presentes en el corto plazo, además de tomar conocimiento del informe anual de actividades del Comité de Finanzas Sostenibles.