Bajo acceso a servicios sociales durante la pandemia profundizó la pobreza en México: FMI

El modesto apoyo fiscal que otorgó el gobierno en la emergencia sanitaria, de 0.7% del PIB es otro factor que tendrá un impacto negativo en la brecha de desigualdad y pobreza, es “la cicatriz educativa” que prevaleció en los meses de confinamiento.

Los indicadores de pobreza en México empeoraron en 2020 ante la falta de acceso a los servicios de salud y el modesto apoyo fiscal otorgado por el gobierno en la pandemia de Covid-19, reveló un documento de trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según expertos del organismo, el número de personas en situación de pobreza aumentó de 51.9 millones que había en 2018 a 55.7 millones en 2020.

Esto significa que la proporción de mexicanos con al menos una de seis carencias sociales que son rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacio de vivienda y acceso a la alimentación, pasó de 41.9% del total de la población en México en 2018, a 43.9% en 2020.

Tomando información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval), expertos del FMI detallaron que “de manera preocupante, la falta de acceso a los servicios de salud se incrementó en plena emergencia sanitaria y profundizó el deterioro de las condiciones de vida de las personas, siendo particularmente las que viven en áreas rurales e indígenas.

Al interior del análisis para México, titulado Fostering Inclusion in México/ Fomentar la inclusión en México, subrayaron el riesgo de que sigan incrementándose los niveles de pobreza ante el modesto apoyo fiscal que dirige el gobierno al segmento de salud.

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que el gasto en salud pública de México representa 5.5% del PIB, una proporción que contrasta con el 8.9% del Producto que destina el promedio de los países miembros.

En el documento del FMI, liderado por Swarnali Ahmed Hannan, economista en el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, evidenciaron que la alta informalidad y el bajo gasto en salud son factores que se asocian con efectos negativos y persistentes sobre la desigualdad, el desempleo y la pobreza.

En el mismo análisis, refieren un documento de trabajo del mismo equipo de economistas, titulado Social Spending in Mexico: Needs, Priorities and Reforms/ Prioridades y reformas para el gasto social en México, donde explican que otro factor que tendrá un impacto negativo en la brecha de desigualdad y pobreza, es “la cicatriz educativa” que prevaleció en los meses de confinamiento.

“La brecha sustancial en la cobertura de internet para los niños en todos los grupos de ingresos también podría conducir a la deserción escolar y las brechas educativas, dejando un impacto duradero en la acumulación de capital humano, las perspectivas laborales futuras y el crecimiento inclusivo”.

Recortaron gasto social

De acuerdo con la información revelada en el documento, el gasto social de México cayó del 12.1% del PIB que representaba en 2015 al 10.9% del Producto que se dedicaba en 2019.

Precisan que el 40% de este gasto se destina a la protección social mientras educación y salud reciben 27 y 23% respectivamente.

Estas proporciones se vieron profundamente afectadas ante el desplome de la actividad económica en 2020, enfatizaron.

De acuerdo con la información del FMI, las autoridades mexicanas respondieron a la pandemia incrementando el gasto en salud y otorgando transferencias directas a los hogares y empresas por el equivalente a 0.7% del Producto, una proporción que está lejos del apoyo promedio que otorgaron economías de mercados emergentes en el arranque de la pandemia, que fue de 4.1% del PIB.

Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Yolanda Morales