Decisión de Banxico debe ser unánime para afianzar credibilidad

El choque de precios ya no es temporal, dice el economista en jefe de Invex; crisis del sector energía afecta.

El alza de tasas que muy probablemente anunciará el Banco de México este jueves, debe tomarse de manera unánime para enviar la señal de preocupación por el riesgo de contaminación en la fijación de precios, advirtió el economista en jefe de Invex, Ricardo Aguilar Abe.

“Para afianzar la credibilidad del banco central y las expectativas del mercado sí es importante que el alza en la tasa sea una decisión unánime, reconociendo que la temporalidad del origen, ya no lo es más”, consignó.

Entrevistado por El Economista, observó que los argumentos de los subgobernadores Galia Borja y Gerardo Esquivel para ir en contra del alza, ya no van.

“Ya vimos que el origen del choque de inflación no es tan temporal. Ya puede haber un riesgo de contaminación de expectativas de corto y de largo plazos que se fueron de 3.1 a 6.1 por ciento. Deben enviar una señal más contundente porque de otro modo, irían contra el objetivo único del banco central que es preservar el poder adquisitivo del peso”, enfatizó.

El estratega de Invex destacó que su expectativa de inflación para el cierre del año es de 6.23% incluso considerando el efecto del Buen Fin que suele suavizar la tendencia de los precios. Una proyección que está lejos de 5.7% que todavía tenía Banxico en el anuncio monetario de agosto.

“El banco central ha movido de forma consistente su estimación sobre el momento en que coincidirá la inflación con el objetivo puntual de 3%, es decir, la llamada convergencia, lo que tampoco ayuda en la generación de expectativas de inflación”, refirió.

Banxico estimó primero que llegarían a la convergencia en el segundo trimestre del 2022, comentó. Luego la aplazaron para el tercer trimestre del año entrante, “y no nos sorprendería que en el comunicado del anuncio monetario muevan de nuevo su previsión para el cuarto trimestre del 2022”.

El analista anticipa que la tasa quedará al terminar el año en 5.25%, lo que incorpora la expectativa de tres alzas más de un cuarto de punto, y prevé aún dos alzas más en el primer semestre del 2022, que dejarían al rédito en 5.75 por ciento.

Subyacente, el foco de riesgo

El economista en jefe de Invex destacó que el panorama en el que se discute la sexta decisión monetaria del año es de una inflación que no cede.

“Nos preocupa la parte subyacente donde se ve una aceleración en la tasa anual. A esto podemos sumar una crisis en el sector de energía que está haciendo que los precios de insumos, sobre todo del petróleo, gas natural y carbón aumenten  a máximos de años que llevan varios días”.

La inflación subyacente acumula 13 quincenas consecutivas al alza y los últimos 10 registros ha estado fuera del límite permitido.

Estas presiones se materializan en mayores precios de energía que se suman a los problemas persistentes de costos.

“No hay elementos que lleven a anticipar que se solucionarán rápidamente”, aseveró y aclaró que la transmisión de los cambios en la tasa sobre la inflación no es inmediata.

Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Yolanda Morales