Cuando el precio de las criptomonedas cae, como ha sucedido en las últimas semanas, es fácil volverse pesimista al respecto; sin embargo, a 12 años de distancia de la primera operación donde una transacción se liquidó con bitcoin, estos instrumentos han demostrado su potencial para el mundo de los pagos y envío de valor, de acuerdo con Daniel Vogel, cofundador y director general del exchange Bitso.
Este domingo se celebra el Día de la pizza de Bitcoin en alusión a el 22 de mayo del 2010, cuando un programador de Florida, Laszlo Hanyecz, intercambió con éxito 10,000 bitcoins por dos pizzas, lo que marcó el inicio de la era de las criptomonedas como medios de pago.
Para Vogel, durante este tiempo las criptomonedas se han adaptado a la vida cotidiana de sus usuarios, ya sea para comprar automóviles, aviones o casas, o para ser adoptada como moneda de curso legal, como sucedió con El Salvador.
“Cada uno de estos casos de uso posiciona a bitcoin y a las criptomonedas de manera más amplia, como una alternativa a las monedas fiduciarias tradicionales, igualmente válidas, útiles y valiosas”, se puede leer en un documento que Vogel realizó con motivo del Día de la pizza de Bitcoin.
En este contexto, el cofundador del exchange Bitso, que ya logró el estatus de unicornio al lograr una valoración de más de 1,000 millones de dólares, indicó que recientemente las criptomonedas han demostrado que pueden ser una alternativa para la liquidación de pagos transfronterizos.
“Está surgiendo una nueva clase de casos de uso que posicionan a las criptomonedas no sólo como una alternativa igual a la moneda fiduciaria, sino como una mejor opción. Es tal vez el uso más importante para América Latina: los pagos internacionales”, destacó Vogel.
De acuerdo con distintos análisis referidos por Vogel, las corporaciones globales mueven cerca de 23.5 billones de dólares entre países cada año, mientras que se estima que las remesas globales alcancen los 630,000 millones de dólares para este 2022. Para Vogel, esto es un área de oportunidad para las criptomonedas al eliminar intermediarios y permitir que las personas envíen fondos directamente en cuestión de minutos, en lugar de días, como sucede con los métodos tradicionales.
“De hecho, un informe de Juniper Research sugiere que la tecnología blockchain reducirá el costo de las transacciones internacionales en 10,000 millones de dólares para el 2030. Más allá de ayudar a las empresas con sus resultados, estos ahorros ayudan a las personas a pagar otros bienes y servicios esenciales, como alquileres, comestibles y cuidados familiares”, apuntó Vogel.
Transformación de la sociedad
El cofundador de Bitso indicó que desde la creación en el 2009 del bitcoin, sus impulsores han buscado demostrar todos los beneficios de las criptomonedas, lo cual se ha traducido en esfuerzos que ya tienen fundamentos.
Vogel destacó que todos los días se desarrollan nuevas blockchains y criptomonedas, lo que hace que ya existan comparaciones de su adopción masiva con la que se dio en Internet a finales del siglo XX.
“Cuando se producen caídas en el mercado, es fácil volverse pesimista con respecto a las criptomonedas. Sin embargo, el valor de las criptomonedas no es su precio, sino su uso”, escribió Vogel.
Bajo esta premisa, Vogel indicó que las criptomonedas tienen el potencial para facilitar transacciones y hacerlas más rápidas, sencillas, asequibles, lo que se puede traducir en beneficios para las personas que más lo necesitan.
“Su capacidad para facilitar transacciones más rápidas, sencillas y asequibles, ayudar a las personas que más lo necesitan con agilidad, facilitar procesos globales complejos y brindar libertad financiera a las personas, es lo que inevitablemente llevará a miles de millones de personas en todo el mundo a adoptar la tecnología y a conseguir una vida mejor con ella”, indicó Vogel.
El directivo de Bitso concluyó que, en toda esta evolución, es indudable el gran salto que han dado las criptomonedas desde la simple compra de pizza hace 12 años.
Fuente: EL ECONOMISTA