México arrastra una problemática por la falta de puestos de trabajo desde hace décadas, situación que se agudizará con la crisis económica provocada por el Covid-19. Con la pérdida estimada de millones de empleos y la ausencia de acciones gubernamentales, las señales de recuperación para el país no son alentadoras
El mercado laboral en México lleva décadas enfermo. Pero con la llegada del Covid-19 se transfirió al empleo al piso de terapia intensiva.
El decreto de la suspensión de actividades no prioritarias hizo que varias empresas recortaran jornadas laborales y, en el peor de los casos, despidieran a sus trabajadores ante la insolvencia de fondos para enfrentar sus compromisos financieros.
Tan solo en el periodo comprendido entre el 13 de marzo y el 6 de abril de 2020 se perdieron más de 300 mil empleos, de acuerdo con cifras del Gobierno federal
Esta pérdida masiva de puestos de empleo se suma a la caída que el Inegi ya reportaba desde el año pasado.
Al cierre de 2019, el desempleo se ubicó en un nivel de 3.4 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), cifra superior al 3.3 por ciento registrado en el mismo periodo de 2018.
De cara a este escenario, el banco de inversión UBS estima que el impacto a los ingresos de millones de familias en el país no tendrá precedentes y pronostica que la tasa de desempleo aumentará por encima de los máximos observados en la crisis del Tequila, cuando se ubicó en un nivel de 7.6 por ciento.
El consumo será el factor que ocasionará que al mercado laboral lo conecten al respirador, debido a que este pulmón de la economía se detendrá casi por completo en el segundo trimestre como resultado de la falta de ingresos entre los mexicanos.
De igual forma, las empresas de todos los tamaños buscarán preservar el efectivo que les quede en caja frente al actual entorno.
En marzo pasado, cuando el gobierno comenzó a tomar medidas sanitarias, la confianza de los consumidores ya mostraba una reducción mensual de 1.2 puntos respecto al mes anterior, y las posibilidades de realizar compras de muebles y aparatos electrodomésticos en ese momento retrocedió 0.5 puntos, es decir que los mexicanos ya anticipaban un golpe a sus bolsillos por el coronavirus.
La firma de análisis económico y político Kratos Consultores anticipa que 2.5 millones de personas en México perderán su empleo este año. Este pronóstico va en contrasentido de los 2 millones de nuevos empleos que se comprometió a crear el presidente Andrés Manuel López Obrador en los próximos nueve meses.
De confirmarse las cifras de la consultoría, la actual administración tendría un déficit de 500 mil puestos de trabajo, más los que se perdieron durante todo 2019.
José Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, reconoce que la salud del mercado laboral en México comenzó a deteriorarse desde mediados de la década de los 80 por los bajos sueldos, las limitaciones a los trabajadores y el crecimiento exponencial del sector informal, pero con el Covid-19 entrará en una fase crítica.
“El desempleo es una pandemia que avanzó de manera silenciosa y no existe una vacuna para esta enfermedad. El mercado laboral en el país se encuentra en condiciones dramáticas y el Covid-19 evidenció que se necesita más que buena voluntad para resolver esta problemática”, detalla el especialista en temas laborales.
Pedro Haces Barba, secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), asegura que el reto para afrontar la crisis en materia de empleo es encontrar un mecanismo para reactivar la economía.
El líder de la organización sindical considera que la unión del gobierno con empresarios y trabajadores será esencial para enfrentar la caída de ingresos en todo el país ocasionada por la falta de plazas laborales.
“Desde la CATEM proponemos la creación de un plan solidario para enfrentar la contingencia buscando aminorar los costos para la sociedad, los trabajadores y los empresarios”, expresa.
Haces Barba dice que, bajo este contexto, los sindicatos deben ser empáticos con los problemas a los que se enfrentan miles de trabajadores y recomienda a los patrones reconsiderar los despidos.
“Recordemos que esta crisis es pasajera y, si dan de baja a sus trabajadores, tendrán que volver a capacitar, eso golpeará su productividad y van a perder dinero”, añade.