La guerra de Rusia contra Ucrania agravará la pobreza, el hambre y el endeudamiento de los países vulnerables que traían de por sí un desgaste importante tras la pandemia de Covid-19, advirtió el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Estamos en presencia de crisis superpuestas (Overlapping global crises) como nunca habíamos visto. Estamos sufriendo a la vez pérdida de capital, empleo y medios de vida, en un contexto donde la inflación se acelera, refirió.
Al participar en una conferencia magistral organizada por la Escuela de Economía de Varsovia, detalló que estas crisis superpuestas están integradas por presiones de inflación al alza sobre países que están recuperándose de una pandemia del coronavirus que aún está vigente y en medio del impacto económico de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Resaltó que al menos 39 de los 189 países miembros del Banco Mundial, “incluidos algunos de América Latina y el Caribe”, están transitando por episodios de violencia e inseguridad.
Y se centró en la situación de los países de América Latina para subrayar que “los niveles de delincuencia y violencia son alarmantemente altos, con algunas áreas urbanas y rurales controladas por bandas criminales o cárteles de la droga”.
A una semana de que inicien las Reuniones de Primavera en la sede del organismo, en Washington, D. C. resaltó que la presión que ha provocado el conflicto armado sobre Ucrania en los precios de alimentos y energéticos cuenta también con una nueva agravante: la sequía en países de Sudamérica que está provocando “una crisis de precios de los alimentos”.
Protección social, el reto
Según Malpass la guerra en Ucrania y los bloqueos por Covid-19 en China están reduciendo aún más el camino de la recuperación.
"Las repercusiones están empeorando la desigualdad a medida que la guerra afecta los mercados financieros y de productos básicos, los vínculos comerciales y migratorios y la confianza de los inversionistas y consumidores”.
El directivo comentó que las economías avanzadas con sistemas de protección social bien desarrollados protegen a partes de su población de los daños causados por la inflación y los bloqueos comerciales, pero, en cambio, los países pobres tienen recursos fiscales limitados y sistemas más débiles para apoyar a los necesitados.
A este escenario hay que agregar la depreciación de la moneda y la inflación, como factores que afectan duramente a los más vulnerables de la población, provocando rápidos aumentos en la tasa de pobreza de este año.
Para enfrentarlo, sugiere promover el crecimiento y la producción. Desarrollar políticas, financiamiento e innovación que inviten a la entrada de inversiones y alienten el aumento de la producción.
Choque energético y cambio climático
De acuerdo con el funcionario, las repercusiones financieras del choque de precios de energéticos están entrelazada con los esfuerzos de la comunidad mundial sobre el cambio climático.
Rusia ha sido una fuente importante de energía mundial incluido el petróleo, el carbón y el gas abasteciendo a Europa a través de una red de oleoductos, resaltó. De ahí la relevancia de que Europa se encamine a la diversificación alejándose de Rusia y considerando importaciones de otros países.
Al identificar estos retos, Banco Mundial advierte que se requiere el financiamiento y desarrollo de cientos de proyectos complejos que reduzcan las emisiones.
Fuente: EL ECONOMISTA