Es necesario tener una estrategia que permita descarbonizar las finanzas públicas para estar en condiciones de demandar más recursos internacionales, señala Sandra Guzmán, gerente de Financiamiento Climático de Climate Policy Initiative.
México carece de una estrategia nacional de financiamiento climático sostenible que indique las acciones y medidas para lograr las metas en la materia subrayó Sandra Guzmán, gerente de Financiamiento Climático de Climate Policy Initiative (CPI).
Al participar en la mesa sobre financiamiento climático de la reunión PRE COP 26 de la sociedad Civil, organizada por Iniciativa Climática de México y otras organizaciones, dijo que eso quiere decir que su nivel de finanzas sostenibles es muy bajo.
La especialista comentó que se trata de uno de los principales receptores de financiamiento a escala internacional, pero el problema es en dónde se están invirtiendo.
Asimismo expuso que México es el segundo país cuyo fisco recibe más recursos intensivos en carbono, lo que implica que es una economía altamente dependiente de recursos que vienen del petróleo o gas.
Asimismo planteó que la pregunta que México se debe hacer es ¿qué es lo que está haciendo para enfrentar los problemas estructurales que el financiamiento internacional no va a atacar?
La especialista expuso que, de acuerdo con el Índice de Finanzas Sostenibles, que monitorea los ingresos y egresos de las naciones con mayores niveles de emisiones de contaminantes de gases de efecto invernadero, de los 21 países que emiten más contaminantes de la región, las emisiones intensivas en carbono son 170 veces más que el presupuesto que se invierte en sostenibilidad.
También destacó que México ocupa el lugar 13 por asignaciones presupuestales sostenibles y el segundo con mayores inversiones en actividades petroleras; 90% del presupuesto energético se va a la producción de hidrocarburos.
En ese sentido mencionó que es necesario tener una estrategia que permita descarbonizar las finanzas públicas para estar en condiciones de demandar más recursos internacionales.
Recordó que en la declaración de la reciente cumbre de la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac), celebrada en la Ciudad de México, se manifestó la necesidad de tener más recursos internacionales para hacer frente a este tipo de problemáticas; sin embargo, a nivel nacional, se deben hacer reformas fiscales pues, por ejemplo, los impuestos al carbono que hoy se tienen en México no sirven para desincentivar las actividades intensivas en carbono.
En su opinión hay que incrementar el impuesto al carbono y evitar el fracking a toda costa y seguir incrementando el impuesto sostenible.
En ese sentido, Brenda Pequeño, Directora General de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda, llamó la atención en que es necesario analizar con mucho cuidado un posible aumento al impuesto al carbono, pues se han hecho análisis que señalan que una medida de ese tipo podría afectar a los deciles de la población más vulnerables.
A su vez, Eduardo Piquero Acosta, director general de México CO2, aseguró que el sector financiero mexicano está avanzando rápidamente hacia la descarbonización de sus portafolios.
Dijo que no hay forma de enfrentar el cambio climático sin ponerle un valor a nuestras emisiones de carbono.
Asimismo, abundó, es necesario avanzar en el frente financiero desde diferentes ámbitos y generar información climática para el mundo financiero, definiendo claramente conceptos y metas.
Comentó que si se contabiliza solo lo que se tiene en el mercado de bonos etiquetados en lo que va del año, hay alrededor de 155,000 millones de pesos.
Recalcó que el problema que se tiene no es la disponibilidad de recursos, sino que no hay tantos proyectos invertibles.
Dijo que el mercado de capitales cada vez más identifica con mayor precisión el tema de direccionar recursos en proyectos bajos en carbono.
Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Diego Badillo