Nubank se ha convertido en la empresa de tecnología financiera más grande del mundo y la más valiosa en América Latina. Hoy en día cuenta con más de 48 millones de clientes en Brasil, México y Colombia, y cotiza en la Bolsa de Nueva York.

Fundada en 2013, esta empresa brasileña es un ejemplo de que las fintech llegaron para quedarse y ser una competencia importante para las instituciones financieras tradicionales, principalmente los bancos.

En el caso de América Latina, una región con más de 15 millones de micro, pequeñas y medianas empresas y 600 millones de habitantes, hay entre tres y cuatro empresas fintech en cada país en el que tiene presencia y dominan entre 80 y 90 por ciento del mercado en los diferentes productos financieros, refirió Pablo Santos Ramon, fundador & CEO de Finaktiva, fintech colombiana de crédito digital para emprendedores.

La evolución exponencial de la tecnología combinado con el uso intensivo de los datos ha permitido que crezcan aceleradamente estas empresas.

Brasil, México y Colombia son los países con mayor desarrollo de fintech, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista.

¿FINTECH O BANCO?

Las fintech se han ganado un espacio en aquellos lugares que históricamente han estado desatendidos o subatendidos por la banca tradicional, al ofrecer acceso a servicios y productos financieros de una forma más rápida, eficiente, menos cotosa y más amigable, señalan expertos.

“Somos un tipo de nuevos jugadores financieros que llegamos a revolucionar la forma como se ofrecen y se accede a los servicios financieros”, manifestó Santos, de Finaktiva.

A decir de Mohamed A. Hassan, chief technology officer de Odetta, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, sólo considera dos tipos de figuras, las instituciones de fondos de pago electrónico, que son las carteras digitales, y las empresas de financiamiento colectivo.

Resaltó que la ventaja de una fintech sobre un banco es que las primeras participan en donde la banca no puede; no sabe cómo hacerlo o no quiere, y se permite tomar mayores riesgos al no captar recursos del público e iniciar y terminar un proceso de contratación, compra y venta de manera digital,  sin acudir a ninguna sucursal.

Carlos Valderrama, socio administrador de Legal Paradox, destacó que en una fintech entre cinco y 10 minutos se puede acceder a un servicio financiero, mientras que en las aplicaciones de la banca, si bien, se inicia el proceso de la contratación, lleva por lo menos 30 minutos, este siempre se termina en una sucursal.

¿Y EN MÉXICO?

La emergencia sanitaria hizo que México avanzara 10 años en términos de habituarnos al uso de la tecnología, afirmó Guillermo Rodríguez Abitia, director de Innovación y Desarrollo Tecnológico de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Dijo que el realizar el supermercado, pedir comida, comprar ropa y hasta comunicarse con otros familiares a través de plataformas digitales se volvieron una cotidianidad en la vida de los mexicanos.

Para Carlos Valderrama, las fintech no son una industria nueva, son instituciones que tienen varios años operando, pero que se pusieron de moda con la pandemia.

Las primeras empresas fintech en México iniciaron operaciones entre 2008 y 2011, con un ecosistema establecido, y un concepto más amplio al construir una mejor experiencia a los consumidores, de manera eficiente y con menores costos.

Actualmente se tiene el registro de 746 fintech, de las cuales 533 se encuentran en la Ciudad de México, 67 en Nuevo León y 45 en Jalisco.  

Fuente: EL HERALDO DE MÉXICO
Autor: VERONICA REYNOLD