Los reguladores de Reino Unido y Estados Unidos anunciaron acciones independientes contra dos bancos de importante relevancia.
A unos días de que finalice en el año, el mundo bancario global se sacudió ante multas millonarias impuestas a JP Morgan en Estados Unidos y a HSBC en Reino Unido, por falta de controles en el manejo de su información, así como fallas mecanismos de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
En Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) anunció este viernes una multa por 125 millones de dólares para JP Morgan Securities (JPMS), que es una agencia de corretaje del JPMorgan Chase & Co, debido a fallas generalizadas y prolongadas de la firma y sus empleados para mantener y preservar registros de información.
“Desde la década de 1930, las obligaciones de mantenimiento de registros y libros han sido una parte esencial de la integridad del mercado y un componente fundamental de la capacidad de la SEC para ser un vigilante eficaz en el momento… Desafortunadamente, en el pasado hemos visto violaciones en los mercados financieros que se cometieron utilizando canales de comunicación no oficiales, como el escándalo cambiario de 2013”, explicó la SEC en un comunicado.
Según la acusación, JPMS admitió que, desde el 2018 hasta noviembre del 2020, sus empleados se comunicaron frecuentemente sobre asuntos comerciales de valores por medio de canales no oficiales, como dispositivos personales, mensajes de texto y de WhatsApp, así como en cuentas de correo electrónico personales.
“JPMS admitió además que estas fallas se produjeron en toda la empresa y que las prácticas no estaban ocultas dentro de la misma. De hecho, los supervisores, incluidos los directores generales, así como las mismas personas responsables de implementar y garantizar el cumplimiento de las políticas y procedimientos, utilizaron sus dispositivos personales para comunicarse sobre el negocio de valores”, destacó la SEC.
Por su parte, la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC, por sus siglas en inglés) sancionó a esta entidad por un monto de 75 millones de dólares por no mantener, preservar y producir registros que debían de crearse bajo los criterios de este órgano regulador.
Por este asunto, el banco debe pagar 200 millones de dólares por las sanciones impuestas por estos dos reguladores estadounidenses.
A su vez, en el Reino Unido, se destapó un nuevo escándalo contra el banco británico HSBC por sus fallas en controles antilavado. La Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por sus siglas en inglés) de aquel país, multó al banco por 63 millones 946,800 libras, equivalentes a más de 84 millones de dólares, por fallas en sus mecanismos de prevención de blanqueo de capitales.
De acuerdo con el regulador británico, del 2010 hasta el 2018, el banco no consideró escenarios para identificar señales de lavado de dinero; asimismo, no probó ni actualizó los parámetros dentro de los sistemas para determinar si una operación podría considerarse como sospechosa; y no comprobó la precisión y la integridad de sus sistemas antiblanqueo.
“Los sistemas de monitoreo de transacciones de HSBC no fueron efectivos durante un período prolongado a pesar de que el problema se destacó en numerosas ocasiones. Estas fallas son inaceptables y exponen al banco y la comunidad a riesgos evitables”, comentó Mark Steward, director ejecutivo de Cumplimiento y Supervisión del Mercado de la FCA.
De acuerdo con el regulador británico, el banco no cuestionó los hallazgos de la FCA y acordó llegar a un acuerdo lo antes posible, lo que significó que calificó para un descuento de 30% de la potencial multa. De lo contrario, la FCA le habría impuesto una sanción financiera de 91 millones 352,600 libras.
La autoridad británica precisó que esta acción se relaciona con el compromiso del banco con las leyes del Reino Unido; sin embargo, es independiente de las acciones que el Departamento de Justicia de Estados Unidos inició contra la entidad financiera en el 2012.
Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Fernando Gutiérrez