Hasta ahora la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha publicado la autorización para 34 instituciones de tecnología financiera, aunque aún existen plataformas operando bajo el artículo Octavo Transitorio de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech), en espera de que se definan los términos de su operación.

De acuerdo con información solicitada por El Economista, existen al menos 46 firmas que solicitaron ante la comisión autorización para operar bajo la Ley Fintech. Además, se espera que, al cierre del 2022, alrededor de 60 plataformas presenten solicitudes.

Sin embargo, la celeridad en los procesos de autorización resulta clave para algunas fintech, debido a que el capital con el que operan es más limitado al de otras instituciones financieras, de acuerdo con Sergio Vallejo, director de PagoFon, no existe piso parejo para las fintech en cuestión de requerimientos.

“La autoridad nos permitió operar bajo el octavo transitorio a quienes realizábamos actividades antes de marzo del 2018, quienes quisieran operar después no lo tenían permitido, hoy te podría decir que hay muchas fintech paradas sin autorización y sin operar, pero afrontando gastos”, agregó.

Además de los tiempos de aprobación, entre las dificultades que enfrentan las Instituciones de Fondo de Pago Electrónico (IFPE), se encuentran los límites entre las cuentas que aperturan, pues las autoridades exigen requerimientos que dificultan su despliegue en mercados como a los que se dirige Pagafon, generalmente compuesto por la población sin acceso a la banca.

El Banco de México establece cuatro niveles de cuentas, los dos primeros son los de más fácil acceso en cuanto a documentación, pero se encuentran limitadas en número de transacciones y montos; por el contrario, las dos últimas son más flexibles para realizar operaciones; sin embargo, necesitan más documentación del cliente y procesos presenciales sin excepción, lo que se les dificulta a las fintech con operaciones totalmente digitales.

“Aquí el Banco de México nos da el nivel dos, que son hasta 18,000 pesos aproximadamente, cuando intentamos enviar remesas nos encontramos que existen freseros que intentan mandar cerca de 120,000 pesos, para esa cantidad necesitan abrir cuentas nivel 4 (...) con eso hablo de que no existe suelo parejo”, comentó Vallejo.


Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Sebastian Estrada