En los últimos años el pago de impuestos se ha hecho más fácil y eficiente, por lo que también existe una mayor exigencia para que los contribuyentes los realicen, como es el caso de los depósitos y transacciones bancarias.
En el 2020, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) marcó un récord de ingresos por fiscalización, sobre todo en el cobro de impuestos a grandes empresas y con gran atención a los pequeños ingresos de las personas físicas.
Esto se da gracias a que los contribuyentes cometen varios errores comunes, los cuales podrían meterlos en graves problemas con el SAT, uno muy frecuente es prestar nuestra tarjeta de crédito a un familiar o amigo.
Seguramente consideras muy normal prestar tu tarjeta de crédito a un amigo o familiar y que luego este salde la cuenta, sin embargo cuando esta sea una práctica recurrente del titular de la tarjeta, este podría estar presentando mayores gastos que ingresos que declara ante el SAT, situación considerada como una discrepancia fiscal
Hay que señalar que en casos graves, una persona física puede ser acusada de defraudación fiscal, el cual es un delito que se castiga con hasta nueve años de prisión.
El SAT realiza una serie de pasos cuando detecta estos posibles delitos. El primero de ellos es notificar a la persona la discrepancia y el monto por el que se detectó.
Posteriormente la persona tendrá 20 días para notificar por escrito y presentar pruebas para acreditar estos recursos.
Al momento de que la persona acredite el origen del dinero, el SAT los tomará como ingresos omitidos, por lo que el contribuyente deberá pagar los impuestos correspondientes y así evitar problemas mayores
Debes saber que la discrepancia fiscal puede darse de manera parcial, sin embargo el cobro de impuestos debe realizarse siempre.
Fuente: EL HERALDO
Autor: Miguel Villegas