El ámbito de las finanzas es muy amplio. Existen muchos términos que dentro de la jerga económica que suelen ser muy complicados para algunas personas. Por ejemplo, ¿alguna vez has escuchado sobre los futuros financieros, también llamados contratos a plazo o forward?
Al hablar de un contrato, lo más frecuente es pensar que se trata de un acuerdo entre dos partes, cuyo bien común se pacta al instante. Sin embargo, existen unos convenios conocidos como futuros financieros en los cuales la fecha de cumplimiento no es inmediata. A continuación, profundizaremos sobre ellos.
De acuerdo con la entidad financiera Bankinter, los contratos de futuros financieros son acuerdos entre dos partes, las cuales se comprometen a intercambiar un activo subyacente (acciones; productos agrícolas; materias primas como oro y petróleo; tasas de interés; bonos, etcétera) en una fecha futura y a un precio previamente establecidos.
El intercambio genera obligaciones tanto para el mediador como para el facilitador. La parte compradora de este tipo de convenio está obligada a pagar dicho activo cuando llegue la fecha de vencimiento, mientras que la parte vendedora tiene que entregar al comprador en la fecha pactada.
Ejemplo
Supongamos que una mujer desea adquirir una casa, pero hasta dentro de 9 meses, cuando termine su embarazo y dé a luz a su bebé. Dado que los costos dentro del mercado inmobiliario aumentan constantemente, se puede fijar un precio de la vivienda y hacerle saber al vendedor que quiere comprarla ahora para que le sea entregada en cuanto nazca la criatura.
Características de los futuros financieros
Tipos de operaciones de los futuros financieros