Las recientes presiones inflacionarias, además de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal (Fed) serán los dos grandes retos que tendrá el Banco de México (Banxico) el próximo año, indicó Alejandro Díaz de León, gobernador de la institución.
Durante su participación en la XLIX Convención Nacional IMEF, señaló que estos dos factores están en el radar de la autoridad monetaria, y serán los próximos retos a superar durante 2022.
“Hay dos grandes retos, el primero es inflacionario y el segundo, que puede ser coincidente o con cierto desfase en el tiempo, es la normalización de la postura de política monetaria en Estados Unidos. No cabe duda que lo más complejo sería enfrentar las dos con intensidad y con simultaneidad”, expuso el funcionario.
Advirtió que, de darse estos dos factores al mismo tiempo “no solo generaría un ajuste en los términos y condiciones de financiamiento a nivel global, sino probablemente generaría una aversión al riesgo e inclusive un reacomodo de portafolios de inversión y probablemente salidas de capital de economías emergentes”.
Díaz de León aseveró que se podría esperar que las economías avanzadas corrijan el rumbo de la política fiscal y monetaria de manera gradual.
“Esa gradualidad la pueden hacer por condiciones muy distintas a las nuestras; ellos llevan más de 20 años con inflación sostenidamente por debajo de su meta y con el problema de crear y propiciar aumentos en la inflación para acercarlos a su meta, caso contrario a las economías emergentes, donde nos ha costado trabajo bajar la inflación a nuestra meta y arraigarla en ese nivel, eso significa que ellos están demostrando ser más pacientes para incrementar las tasas de interés en esta ocasión”, expuso.
El banquero central dijo que primero deben centrarse en el tema inflacionario, pues recientemente en el mismo foro el subgobernador de Banxico, Jonathan Heath aseveró que para noviembre y diciembre es muy probable que el nivel de precios sobrepase el 7 por ciento, muy por encima del rango objetivo del banco central, de 3 por ciento con un punto porcentual de diferencia.
“¿Cuál es el reto para una economía como la mexicana? Primero tenemos que enfrentar el reto que nos toca ahorita, que es un aumento significativo en la inflación; si bien la inflación es externa, y no vamos a deshacer inflación externa con instrumentos de política monetaria interna, pero lo que sí podemos hacer es evitar que se genere contaminación en la formación de precios y que se generen los llamados efectos de segunda ronda, donde los precios que no tienen afectados los costos de sus insumos revisan precios simple y sencillamente porque hay un ambiente de revisión al alza de precios”, abundó.
En este contexto, apuntó que lo que ha buscado Banxico es reforzar la postura de política monetaria para administrar con el mayor orden posible que la economía y los mercados asimilen el choque, ya que evaluarán cuando la Fed inicie el ciclo restrictivo de tasas en Estados Unidos.
“Creemos que la mayor opcionalidad que tiene la política pública es cuando ataja los problemas que enfrenta cuando los tiene, y si más adelante va a ser más complejo o más retador, porque a lo mejor en un año o en ocho meses la Fed empieza a subir tasas y Banxico lo hizo con anticipación, ese será un problema que habrá que evaluar en su tiempo y circunstancia”, dijo el gobernador de Banxico.
A LA EXPECTATIVA DE LA FED
Consideró que el hecho de anticiparse a la Fed con ajustes en la tasa de referencia les da un mayor margen de maniobra.
“No debemos buscar el no tomar decisiones necesarias hoy, porque probablemente pudieran llegar a ser más necesarias mañana. Yo creo que esa es una política que implica correr riesgos, y, de todas maneras, si el diferencial de tasas de interés, que se ha estado incrementando actualmente por las acciones de política monetaria en la parte corta y por primas de riesgo en la parte larga, eventualmente también le puede dar más margen de maniobra a Banxico para no necesariamente tener que replicar lo que haga la Reserva Federal”, enfatizó.
Actualmente Banxico ha aumentado en cuatro ocasiones consecutivas con la misma magnitud (de 25 puntos base en cada ocasión) la tasa de interés de referencia, la cual actualmente se ubica en 5 por ciento, y el consenso de analistas del sector privado estiman que el referencial podría cerrar este año en 5.25 por ciento, lo que implicaría una nueva alza en la última decisión de política monetaria a celebrarse el próximo 16 de diciembre.
Además, las más recientes expectativas apuntan a que la tasa de fondeo se elevará a 6.0 por ciento al cierre de 2022, lo que implica unos tres ajustes al alza de 25 puntos en el transcurso del año.
Para la tasa de los fondos federales en Estados Unidos, se espera que la Fed será más paciente y que inicie el ciclo de alza hasta el próximo año o a inicios de 2023, a pesar de las presiones inflacionarias registradas.
Fuente: EL FINANCIERO