La tecnología se puede potencializar para apoyar estas operaciones; en EU, 80% de carteras digitales no tienen la capacidad de envíos transfronterizos.
Si bien en los últimos meses, especialmente a partir de la pandemia, el envío de remesas provenientes de Estados Unidos a México ha sido muy dinámico con montos récord, también ha quedado demostrado que el sistema de transferencias internacionales no responde al momento actual de este tipo de transacciones, de acuerdo con un análisis de la firma TerraPay.
En entrevista, Aniruddha Sane, cofundador de TerraPay, comentó que históricamente las empresas y consumidores han enfrentado complejidades cuando realizan transferencias internacionales, debido a la regulación de cada país en materia fiscal y de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
“Al tratar con varios países en varias monedas e idiomas, así como con protocolos regulatorios específicos de cada país, las transferencias transfronterizas se vuelven una tarea muy compleja y especializada. A medida que ha aumentado el escrutinio por parte de los gobiernos de la región, también lo han hecho los riesgos (y los costos) para los bancos”, acotó el directivo de la firma especializada en proveer soluciones e infraestructura de pagos digitales.
En el 2020, llegaron al país cerca de 40,607 millones de dólares por remesas, principalmente provenientes de Estados Unidos. De este monto, cerca de 99% se envió mediante transferencias electrónicas y apenas 0.76% en efectivo.
Según Sane, el promedio del costo por transacción es de 5% del envío, un monto alto y que si se reduce significaría un flujo mayor. “La regulación es inevitable y necesaria; nuestra propuesta es poner esta complejidad en manos de especialistas para que los bancos puedan enfocarse en brindar un servicio asequible y accesible a sus clientes”.
De acuerdo con el directivo de TerraPay, si se considera que el promedio del costo fue de 5% del total del envío, quiere decir que las comisiones totales de estos envíos superaron los más de 2,000 millones de dólares.
“Estos costos representan una distorsión del mercado considerable y en gran medida evitable. Si se redujera dicho costo a 3%, por ejemplo, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible declarado por Naciones Unidas, esto representaría una liberación de 812 millones de dólares para impulsar el crecimiento económico. Justo en un momento en el que ambas economías más lo necesitan”, acotó Sane.
Según un estudio de TerraPay, ocho de cada 10 carteras móviles en Estados Unidos no cuentan con la capacidad para realizar transferencias internacionales, mientras que 75% de los bancos en aquel país establecen un nivel mínimo para una operación internacional de 200 dólares.
En este escenario, Sane comentó que la tecnología se vuelve clave para poder combatir este rezago en el sistema de transferencias internacionales.
“Las transferencias transfronterizas son una disciplina especializada y no trivial. Si bien la demanda está creciendo, muchos bancos no están equipados con los conocimientos y protocolos específicos para ofrecerlos de manera rentable como un servicio estándar”, acotó Sane.
Cuestionado sobre si la tecnología Blockchain podría abaratar el costo del envío de remesas, para Sane representa una oportunidad, pero es necesario comprender la escalabilidad de dicha alternativa, así como su adaptabilidad.
Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Fernando Gutiérrez