Sancionar a Rusia por sus acciones militares en Ucrania es el clamor internacional, lo cual tendría repercusiones financieras. Una de esas sanciones que se exigen, es la expulsión de Moscú del sistema de pagos transfronterizos SWIFT, lo que les complicaría la existencia a 300 bancos rusos.

Actualmente, el sistema SWIFT es utilizado por más de 11,000 instituciones financieras a nivel global, en más de 200 países, y Rusia ocupa el segundo lugar de número de usuarios de este esquema, sólo por debajo de Estados Unidos.

En Rusia existen en operación 333 bancos, 230 con licencia universal y 103 con la básica, además de 35 instituciones financieras no bancarias. De acuerdo con la Asociación Rusa SWIFT (Rosswift), cerca de 300 bancos de ese país son usuarios de este sistema de pagos transfronterizos y más de la mitad de la organizaciones crediticias rusas están es este esquema, mismas que son responsables de más de 80% de las liquidaciones internacionales que se realizan en el país liderado por Vladimir Putin.

Fue en 1989, cuando el Vnesheconombank se convirtió en el primer miembro de SWIFT de la antigua Unión Soviética y a partir de 1992, el número de usuarios rusos comenzó a crecer activamente. "A principios de 1998 su número de usuarios superó los 200", según Rosswift.

Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base, una de las sanciones a Rusia, por su actuar militar en Ucrania es desconectar al sistema financiero ruso del SWIFT.

"Una de las posibles sanciones a Rusia sería desconectarlos del SWIFT, que implica dejarlos fuera del sistema bancario global, imposibilitando enviar o recibir dinero desde el exterior. Rusia ha dicho que, si los desconectan, interrumpen el suministro de gas y petróleo a Europa", comentó en sus redes sociales la analista.

Fundado en 1973 como una cooperativa, el SWIFT se ha convertido en el principal instrumento para liquidaciones transfronterizas a nivel global. Al regirse bajo un modelo cooperativo, éste se controla por sus accionistas, que son cerca de 3,500 de instituciones financieras de todo el mundo, además tiene que funcionar bajo la ley de Bélgica, al estar radicada en ese país.

Los accionistas eligen a su junta compuesta por 25 directores independientes, que representan a bancos de todo el mundo, y la cual gobierna a la empresa. Dentro de esta junta directiva, se encuentra, en representación de Rusia, Eddie Astanin, quien a su vez es presidente del consejo de administración del Centro de Compensación de Contraparte Central de Moscú.

Dentro de su estructura de gobierno, existen grupos de miembros nacionales que representan a todos los accionistas de SWIFT de una nación. Estos grupos son: Argentina, Rusia, Suiza, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos.

¿Eliminar a Rusia es posible?

SWIFT se dice neutral ante los conflictos internacionales y también afirma que no tiene autoridad para tomar decisiones sobre sanciones. "Toda decisión de imponer o levantar sanciones a países o entidades individuales corresponde únicamente a los órganos gubernamentales y legisladores competentes".

De acuerdo con esta empresa, SWIFT no puede elegir arbitrariamente el régimen de sanciones de una jurisdicción en específico. "Al estar incorporado bajo la ley belga, debe cumplir con la regulación de la Unión Europea relacionada, según lo confirmado por el gobierno belga", se puede leer en los estatutos de la firma.

Pese a este actuar neutral que se dice tener, existe el antecedente de sanciones contra instituciones financieras de un país. En marzo del 2012, en línea con la acción internacional y multilateral para intensificar sanciones contra Irán, se prohibió el uso de este sistema en dicho país.

"SWIFT está constituida bajo la ley belga y tenía que cumplir con esta regulación según lo confirmado por el gobierno de su país de origen. SWIFT implementó la obligación regulatoria al desconectar los bancos iraníes relacionados sancionados por la UE", destacó la firma y añadió que a partir del 2016, muchos bancos afectados fueron reconectados.

"En circunstancias excepcionales, y cuando el interés de la estabilidad y la integridad del sistema financiero global en general estén en riesgo, SWIFT también puede necesitar restringir el acceso de los clientes a la red", añadió.

¿Tiene alternativas?

Rusia ha tomado medidas desde hace algunos años, especialmente a partir de la crisis de Crimea del 2014, para poder protegerse ante algunas posibles sanciones financieras. Respecto a los sistemas de pagos transfronterizos, el banco central ruso desarrolló el sistema de mensajería financiera de Rusia (SPFS).

"El sistema de mensajería financiera del Banco de Rusia (SPFS) es un canal alternativo para transmitir mensajes electrónicos sobre transacciones financieras. SPFS garantiza la transmisión ininterrumpida de mensajes financieros tanto dentro del país como en el exterior", según el Banco de Rusia.

Según el banco central ruso, actualmente el SPFS tiene 400 usuarios, entre entidades rusas e instituciones financieras internacionales. "La siguiente etapa del sistema SPFS es expandir su alcance y comenzar a competir con SWIFT".

Datos de investigadores, refieren que al menos 20% de las transacciones nacionales rusas se realizan por medio del SPFS. Expertos ven al mercado de pagos de China como otra opción para Rusia en caso de ser desconectado del SWIFT, pero no tan viable.

Otra alternativa del país es un mayor uso de criptomonedas. Actualmente el Banco de Rusia trabaja en la emisión de su moneda digital; no permite el uso de criptomonedas como medios de pago, pero sí la operación compraventa de estos instrumentos, así como la operación de las Ofertas Iniciales de Monedas, que en muchas partes del mundo están prohibidas.


Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Fernando Gutiérrez