Si tienes 18 años esto lo tienes que saber: la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) inició este lunes una campaña para que los jóvenes (o cualquier persona física) resuelvan sus dudas sobre su inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC), ya que a partir del próximo año será obligatorio darte de alta ante el SAT.
La campaña, “¿Tienes 18 años o más? Inscríbete al RFC fácil y seguro, sin obligaciones ni sanciones”, buscará acercarse a la sociedad mediante el sitio www.inscribete-al-rfc.org, talleres, tutoriales y videos informativos en sus redes sociales de Facebook, TikTok y YouTube.
“Uno de los ejes rectores de la Prodecon es fomentar la cultura fiscal con el fin de incentivar a los contribuyentes a que cumplan de manera correcta con sus obligaciones fiscales, por lo que nuestra prioridad es mantenerlos informados en los aspectos más relevantes de la Miscelánea Fiscal 2022”, comentó Gloria Franco Vargas, directora general de Orientación y Asesoría de la Prodecon.
A pesar de que en el 2022 será obligatorio para todos los ciudadanos contar con el RFC, es importante recordar que no existirán obligaciones fiscales tales como presentar declaraciones anuales o pagar contribuciones, en tanto no se cuente con ingresos propios.
“Iniciamos la campaña sobre la inscripción en el RFC a mayores de 18 años. Dentro de ella, tendremos mucha información, materiales y tutoriales para que el contribuyente consulte y lleve a cabo su inscripción al padrón como persona física sin actividad económica”, mencionó Franco Vargas.
Como contribuyente es necesario tener en cuenta que, al estar inscrito bajo el término “sin actividad económica”, no existirá lugar para la aplicación de sanciones o multas por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT), las cuales que van de 3,870 a 11,600 pesos.
“No tienes ningún riesgo (...) no estarás obligado a presentar pagos provisionales o declaración anual. (El gobierno) te está preparando para realizar algún otro trámite”, dijo la funcionaria en entrevista a El Economista.
En este tenor, Franco Vargas comentó que se tienen grandes ventajas al contar con el RFC dado que existen algunos trámites donde es necesario tener a la mano este documento.
Por ejemplo, para solicitar una beca, un apoyo gubernamental, abrir una cuenta bancaria, entrar en el mercado laboral o tramitar el título profesional.
Aunando a las herramientas que se publicarán por redes sociales, el Ombudsperson fiscal también pondrá a disposición sus 30 delegaciones y oficinas centrales de la Ciudad de México para brindar la asesoría necesaria.
Además, la Prodecon, está preparando la “Semana de Cultura Fiscal”, que se llevará a cabo del 29 de noviembre al 3 de diciembre. En ella también se impartirán talleres para responder dudas sobre cómo inscribirse al RFC.
La semana de cultura fiscal es adicional a la campaña recién presentada. Sin embargo, en el micrositio www.inscribete-al-rfc.org, lanzado este lunes, podrás conocer las fechas y temas de los talleres para realizar este trámite de una manera “fácil y sencilla”.
Asimismo, la dependencia reveló que encontró casos en donde contribuyentes ya estaban inscritos en el RFC (sin saberlo). Ante ello, la directora general de Orientación y Asesoría de la Prodecon recomendó asistir a dicha dependencia para que, de acuerdo a su situación, le asesoren y ofrezcan una línea de acción para corregir su situación fiscal.
“Nosotros ayudaríamos a alguna persona que tuviera un problema específico al momento de inscribirse al RFC. Los apoyamos para solicitar a la autoridad fiscal a partir de qué fecha se inscribieron, qué obligaciones tienen, si expidieron facturas o si ya tramitaron su e.firma”, comentó la directora de orientación y asesoría.
La funcionaria ejemplificó con el caso de una persona joven que acudió a la Prodecon porque quería saber si ya estaba inscrita en el padrón de contribuyentes.
Se encontró que la persona física estaba inscrita en el rubro de personas sin obligaciones fiscales y esto porque hace un tiempo abrieron una cuenta bancaria para recibir una beca en la universidad, así que se le elaboró una constancia fiscal.
Fuente: El Economista