A pesar de los efectos de la crisis derivada de la pandemia de Covid-19, y a que en algún momento la morosidad registró un ligero incremento, la banca saldrá con niveles muy adecuados en la calidad de la cartera, aseguró BBVA México.
“La calidad de la cartera no mostró deterioros significativos a pesar de la gran contracción económica. Las provisiones que generaron los bancos fueron suficientes para mantener los niveles de morosidad manejables”, precisó Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México.
Cabe recordar que, desde el inicio de la pandemia, la banca ─de manera conjunta con las autoridades financieras─ puso en marcha algunos programas de apoyo a los clientes que tuvieron afectaciones, tales como diferimientos de pago de créditos y posteriores reestructuras. Aunado a ello, realizaron provisiones adicionales para enfrentar posibles impagos.
Durante la presentación del informe Situación Banca, el economista subrayó que en términos de la calidad de la cartera, el sector sorteó muy bien los efectos asociados a la pandemia, “y podemos decir, en términos de la contracción, que lo peor ya ocurrió y en ningún momento estuvo en entredicho la estabilidad del sistema; por el contrario, durante todo el periodo de crisis se mostraron indicadores de calidad de cartera adecuados”, dijo.
Destacó que la banca realizó importantes estimaciones preventivas, lo que afectó las utilidades del sector, “pero afortunadamente, ya que se han constituido estas reservas y quedó claro que fueron más que suficientes para hacer frente al deterioro de la cartera, esto se ha revertido”.
De acuerdo con las propias cifras del banco, el Índice de Morosidad (IMOR) de la banca en general fue de 2.7% en septiembre; y al interior, en consumo fue de 3.4% lo mismo que en vivienda; mientras que en empresas de 2.0%.
Provisiones permitieron realizar quitas y castigos
Mariana Torán, economista principal de BBVA México, subrayó que, dadas las acciones tomadas, la morosidad de la banca permanece en niveles manejables, y destacó que los saldos de cartera vencida se han reducido, aunque en el caso de empresas y vivienda aún están por encima de los niveles pre pandemia, pero son manejables.
Resaltó que las provisiones generadas permitieron a la banca realizar quitas y castigos en las distintas carteras de crédito, principalmente en la de consumo.
La especialista detalló que de marzo del 2020 a septiembre del 2021, se realizaron provisiones por 251,818 millones de pesos, y de esos se fueron para quitas y castigos 247,551 millones, siendo el 66% del total para el portafolio de consumo.
“Los saneamientos de cartera ya han consumido la mayoría de las reservas generadas, y lo importante aquí es que la generación de provisiones ya se ha acelerado y la cartera vencida está a la baja y en niveles estables”, expuso.
Agregó que hoy, ya se cuenta con un colchón de provisiones similar al que se tenía antes de la pandemia, para afrontar un posible deterioro adicional.
“Ha sido una administración adecuada de riesgos, que está ligada a los riesgos particulares de cada uno de los segmentos”, enfatizó.
Añadió que aún considerando el costo de dichos saneamientos, el Índice de Morosidad Ajustado (IMORA) se ha mantenido por debajo de los máximos observados en otras crisis como la del 2009, cuando fue de 9.5% en general.
Fuente: EL ECONOMISTA