Las Unidades de Inteligencia Financiera y la autoridad deben estar de acuerdo para atacar estos delitos.
En los últimos años se ha visto, cada vez más, que los defraudadores fiscales a nivel internacional utilizan esquemas transnacionales más sofisticados para blanquear sus ganancias provenientes de sus actividades ilícitas.
De acuerdo con un reporte reciente del Grupo Egmont, que representa a varias Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) de distintos países, es necesario que las autoridades enfocadas en detectar y castigar los delitos fiscales mejoren sus regímenes de investigación transnacional en este sentido.
Se plantea que las autoridades tributarias deben poder enviar información a la UIF y ésta debe de ser capaz de enviar información relevante a las autoridades fiscales nacionales para detectar el fraude fiscal. Las UIF pueden desempeñar un papel activo, en coordinación con las autoridades tributarias, en asesorar a los gobiernos sobre modificaciones legislativas que limitarían las oportunidades de lavado producto de delitos fiscales.
El documento destaca que los altos niveles del secreto fiscal complican el intercambio de información entre distintas jurisdicciones, por lo que los gobiernos deben de contar con las herramientas para permitir el acceso oportuno a la información tributaria.
Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Fernando Gutiérrez