Otro objetivo es establecer medidas para atacar de forma más efectiva el blanqueo relacionado con el contrabando de migrantes.
La presidencia del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) contra el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo ha cambiado de estafeta, pues, terminó la presidencia de Xiangmin Liu, en representación de China, y será el alemán Marcus Pleyer quien presidirá este organismo internacional hasta junio del 2022. En este contexto, una de las prioridades para el nuevo presidente será apoyar la transformación digital de los procesos antiblanqueo.
Ayer, el mismo GAFI anunció los objetivos que Pleyer estableció durante la última reunión plenaria del organismo, celebrada hace algunos días de forma virtual. Dentro de los temas que puso sobre la mesa, además del aprovechamiento del uso de la tecnología, destacan el combate al financiamiento al terrorismo por motivos étnicos o raciales, el lavado de dinero y tráfico de migrantes, el crimen ambiental y el financiamiento al tráfico ilícito de armas.
“El GAFI ha monitoreado los desarrollos tecnológicos en el ámbito de los servicios financieros y ha tomado medidas para abordar los riesgos emergentes, por ejemplo, la reciente introducción de nuevos estándares sobre activos virtuales. La presidencia alemana tiene la intención de aprovechar este trabajo”, detalló el organismo en un documento donde se abordan las prioridades de Pleyer.
De acuerdo con el documento, dentro de lo previsto por la nueva presidencia del GAFI, se pretende abordar un estudio de oportunidades y desafíos de las nuevas tecnologías para hacer más eficiente la implementación de medidas de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Asimismo, se trabaja en un análisis sobre las oportunidades que puede brindar la tecnología para las agencias operativas gubernamentales, con el fin de crear sistemas para detectar e investigar de manera más oportuna el lavado de dinero o el financiamiento al terrorismo.
“Para acompañar y guiar este trabajo sobre la transformación digital, el GAFI creará una mesa redonda de alto nivel en la que pretende entablar un diálogo abierto e informado con grupos clave como las autoridades de protección de datos y los desarrolladores de tecnología”, detalló el organismo.
Para la presidencia alemana del GAFI, otro de los temas a tratar es el del financiamiento al terrorismo motivado por razones étnicas o raciales, debido al aumento de ataques terroristas en los últimos años.
“La presidencia alemana planea mejorar la comprensión en la comunidad internacional de los flujos financieros y los vínculos (transfronterizos) entre estos grupos terroristas e individuos, sus medios y estructuras de donantes, así como el modus operandi”, detalló el GAFI.
Asimismo, el GAFI buscará establecer medidas para atacar de forma más efectiva el lavado de dinero relacionado con el contrabando de migrantes. “La presidencia alemana propone una nueva iniciativa para centrarse en los flujos financieros y el lavado de dinero vinculado a las redes de tráfico de migrantes”.
Según el GAFI, dicha iniciativa se basaría en el trabajo existente que han realizado tanto las Naciones Unidas, Interpol y otros organismos.
También, Pleyer buscará tener una mayor atención para el ataque de flujos ilícitos de dinero provenientes de delitos ambientales, como la tala ilegal, el comercio de vida silvestre, entre otros.
“El trabajo se basará en el análisis de los flujos financieros vinculados a formas relevantes de delitos ambientales con el fin de crear conciencia sobre los riesgos de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo relevantes e informar posibles trabajos adicionales sobre posibles implicaciones de política”.
Durante el primer año de la presidencia alemana del GAFI, la mexicana Elisa de Anda Madrazo estará al frente de la vicepresidencia del organismo.
De Anda Madrazo actualmente se desempeña como directora general en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es abogada egresada de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México y tiene una maestría en Derecho en la Universidad de Harvard y una maestría en Administración Pública en la Escuela de Gobierno Harvard Kennedy.
Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: FERNANDO GUTIÉRREZ