El think tank Global Financial Integrity (GFI), enfocado a analizar temas de crímenes financieros, corrupción y blanqueo de capitales, estima que en México se lavan entre 18,000 millones de dólares y 44,000 millones de dólares al año.
Este viernes el GFI publicará su reporte “El Crimen Financiero en América Latina y el Caribe”, al cual este medio tuvo acceso previo a su publicación, en donde se reconoce que México presenta señales de que avanza en el combate de los delitos financieros, pero aún existen varios desafíos que impiden mayor éxito en esta lucha, tales como la debilidad de las instituciones mexicanas, la gravedad del crimen organizado y los bajos niveles de enjuiciamiento.
Los delitos financieros mexicanos con frecuencia involucran a otras jurisdicciones como China, Colombia y Estados Unidos. En menor medida, también a Panamá, Guatemala y otros países centroamericanos, particularmente en lo que respecta al contrabando de efectivo a granel”, destaca el informe.
Según el análisis, que recoge la opinión de distintos expertos, así como datos gubernamentales, se estima que los ingresos delictivos en el país oscilan entre 25,000 millones de dólares y 62,000 millones de dólares al año.
“Cuando se preguntó sobre los delitos financieros más prevalentes que afectan al país, los expertos identificaron a la corrupción y el lavado de dinero… Las principales actividades que generan ingresos delictivos son, clasificadas por orden de magnitud percibida: corrupción, tráfico de drogas, trata de personas y tráfico de minerales”, destaca el reporte.
De acuerdo con el informe, las principales debilidades identificadas respecto a la lucha contra los delitos financieros es la mala implementación de las leyes de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, así como la falta de voluntad política de instituciones involucradas en la lucha antilavado.
Se hace énfasis en que existen brechas en las labores de investigación de las autoridades respecto a los delitos financieros y en que todavía no hay un análisis suficiente respecto a temas relacionados como la labor de abogados, contadores, auditores o fedatarios; robo de gasolina, como en la relación entre el tráfico de armas y delitos financieros.
El análisis refiere la propuesta legislativa de reforma a la Ley del Banco de México (atorada en el Congreso), para que este organismo se convirtiera en comprador de última instancia de dólares en efectivo, bajo el argumento de apoyar a migrantes y empleados en zonas turísticas, para que tuvieran mejores opciones de compraventa de divisas.
El documento señala que, en caso de aprobarse dicho proyecto, tendría repercusiones en materia de la lucha contra el lavado de dinero, ya que “podría facilitar el contrabando de dólares en efectivo a granel”
Asimismo, hace mención de la propuesta de reforma a la Ley para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, la cual fortalecerá dicha lucha, en caso de aprobarse, pues se facilitaría la identificación del beneficiario final, así como de personas políticamente expuestas en operaciones que se realicen en una de las 16 actividades vulnerables.
“Hay señales que indican que México está motivado para abordar los delitos financieros... Sin embargo, varios desafíos impiden el avance: la debilidad generalizada de las instituciones mexicanas, la gravedad del crimen organizado en el país y los bajos niveles de enjuiciamiento”, acota el reporte.
Fuente: El Economista