Es probable que algunos países destinen recursos originalmente pactados a la prevención del lavado de dinero, para temas como la estabilidad financiera, ayuda humanitaria y la recuperación económica.
Uno de los efectos que podría generar la emergencia sanitaria del Coronavirus Covid-19, es el relajamiento de medidas de prevención y detección de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo tanto por el lado de la supervisión como del cumplimiento del sector privado, alertó el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Según el organismo internacional dedicado a emitir estándares globales contra el blanqueo de capitales y financiamiento al terrorismo, es probable que algunos países destinen recursos, originalmente pactados a la prevención del lavado de dinero, para temas como la estabilidad financiera, ayuda humanitaria y esfuerzos de recuperación económica.
“La pandemia del Covid-19 está afectando las capacidades de los sectores gubernamentales y privados para implementar las obligaciones antilavado de dinero y financiamiento al terrorismo. Esto se debe principalmente a las medidas de confinamiento y distanciamiento social introducidas para contener el virus”, explicó el organismo en un documento.
De acuerdo con el GAFI, hay indicios de que la supervisión de algunos países con regímenes más vulnerables, así como las obligaciones que su sector privado tiene que cumplir en la materia, puedan verse interrumpidos al priorizarse la respuesta de atención por el Covid-19.
“Muchos empleados gubernamentales y del sector privado, dedicados a la prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, ahora trabajan de forma remota… es probable que los esfuerzos de priorización por parte de los gobiernos den como resultado una reasignación de recursos fuera de las actividades de antilavado de dinero”, acotó GAFI.
En este contexto, de acuerdo con expertos, los esquemas de detección y prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo del sector privado tendrán que migrar a ser más automatizados, es decir, que la tecnología tenga un papel preponderante en el cumplimiento de las obligaciones al respecto.
Un estudio de la firma LexisNexis Risk Solutions, estima que, en México, dentro del sector financiero, de la inversión total que realizan las entidades financieras para cumplimiento de la regulación antilavado de dinero, 48% de ésta es para capital humano en la materia, mientras que 43% es para tecnología.
“En esta época donde se tiene que ser más eficiente con el presupuesto, la inversión en tecnología tiene que ser esencial para los sujetos obligados (instituciones financieras o entidades que realizan alguna actividad vulnerable)…la velocidad en la que se adapten los sujetos obligados va a ser clave para poder mitigar los riesgos de lavado que ya estamos viendo”, detalló Adrián Sánchez, director de Cumplimiento de Delitos Financieros parar América Latina y el Caribe de LexisNexis Risk Solutions.
Sánchez comentó que si bien, ya hay una tendencia para priorizar el uso de la tecnología en procesos de cumplimiento, por ejemplo, en temas de conocimiento del cliente, el contexto obligará a una adopción más rápida de herramientas tecnológicas para este fin.
En México, la Unidad de Inteligencia Financiera hizo un llamado dirigido a entidades financieras y organizaciones que realizan alguna actividad vulnerable, con el objeto de apegarse a esquemas de autoregularización en caso de presentar algún retraso en el cumplimiento de la normativa antilavado, especialmente para la presentación de reportes de operaciones.
Áreas de prevención de lavado afectadas por contingencia: