El gobierno mexicano logró recuperar 299.87 millones de pesos que se intentaron movilizar mediante fraudes denominados Business Email Compromise o BEC.
Las autoridades mexicanas, en colaboración con las de Estados Unidos, han logrado recuperar en el presente año un total 299.87 millones de pesos que se intentaron movilizar mediante fraudes denominados Business Email Compromise (BEC).
De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), esta instancia, junto con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, actúan conjuntamente para prevenir y detectar este tipo de fraudes, uno de los delitos cibernéticos que genera mayores ganancias en el mundo.
“Como resultado del trabajo en conjunto entre dichas instituciones, en lo que va del presente año, se han recuperado un total de 299 millones 878,000 pesos”, informó la UIF en una nota informativa.
El fraude BEC consiste en que los delincuentes toman posesión de correos electrónicos, particularmente de altos directivos de empresas, para girar instrucciones, aparentemente legítimas, que involucre desembolsar recursos, mismos que son enviados a cuentas de los estafadores, todo esto mediante el sistema financiero.
“Todo se centra en el uso de cuentas de correo electrónico comprometidas para hacer que las instituciones financieras y sus clientes realicen pagos no autorizados o inducidos de manera fraudulenta, o que envíen datos confidenciales a un tercero no autorizado, que luego utiliza tales datos para realizar fraudes financieros”, se puede leer en un reporte del Grupo Egmont al respecto.
Según el reporte del FBI respecto al cibercrimen del 2019, México es el noveno país con más víctimas por delitos cibernéticos. Asimismo, en un informe del 2018, esta instancia indicó que, si bien China y Hong Kong son los principales destinos de los fondos robados, en México ya comenzaba a verse una tendencia al alza.
Recientemente, este medio informó sobre las bandas nigerianas que han puesto en la mira al sistema financiero mexicano para mover los recursos robados de este tipo de fraudes.
“Se detectaron transferencias internacionales de países como Inglaterra y Estados Unidos. Estos sujetos presentaron una operatividad incongruente (...) el sujeto concentrador de los recursos enviaba de manera inmediata el dinero a otra empresa o a familiares procedentes de Nigeria”, declaró en su momento una fuente gubernamental.
La UIF explicó que, ante esta amenaza, de la mano de la CNBV, creó una guía, publicada en junio pasado, con el fin de que los sujetos supervisados en materia antilavado, como instituciones financieras o actividades vulnerables, puedan implementar medida para prevenir estos actos que pudieran favorecer el lavado de dinero o financiamiento al terrorismo.
Estimaciones indican que las ganancias por estos fraudes son cercanas a los 1,000 millones de dólares al año y se tiene estimado que entre 2016 al 2019, los quebrantos por esta modalidad fueron del orden de los 26,000 millones de dólares.
Fuente: EL ECONOMISTA
Autor: Fernando Gutiérrez